miércoles, 10 de diciembre de 2008

Adios


Mí tiempo te he donado, a tu duro corazón consolado,
A tu cruel vida apodado, y a tus lindos labios amado.
apoda
Sobre tu pantalla he depositado, mis más sinceras palabras.
Obligarte no puedo, sin querer lo he hecho.
Perdón. Lo he dicho de nuevo,
Eso que tanto te agrede, eso que tanto lastima,
Amor sincero y desconocido,
Genocidio directo y auto mal obrado.
Quimera infame, mente incontrolable.
Habiendo esperado en ti una señal,
Algún gesto, algún sentido a mi tiempo.
ti
Queriendo sentirte cerca, cuando en realidad lejos te ves.
Pensar en ti era habitual, creer que lo hacías también.
Solo herirme logré. Ahogarme en tus jactancias.
El fruto se descompuso, al igual que las flores que te regalé.
Respuestas logré, no lo niego.
Quizás no las esperadas, dirás.
Pero respuestas eran, valiosas guardadas fueron.
En mi corazón permanecieron y la efímera quimera surgió.
Sentimiento manipulado al azar, solo creer. Lo sé
Pero muy sincero, nunca hubo mentiras ni rencores.
Solo verdaderos amores. Verdaderos e inventados.
Al mismo tiempo, recordados serán.
tiempo
La Historia se repite, y lo seguirá haciendo.
Esta mente necia que invisto, no me deja nada más que conjeturar.
Miedos y temores tengo, esparcimientos perdí.
Tu tiempo y el mío malgasté.
Recuperarlo?, creo que es muy tarde.
La herida ya fue abierta.
No te culpo amor, no lo hago.
La culpa solo me pertenece y se convierte en mi compañera,
Fiel guerrera.
La que siempre aparece en tu tiempo, la que siempre me acompaña.
La que es parte de mi vida.
Tu sonriente.
Tu risueño.
Tu hermoso.
Tu triste.
Tu solo.
Tú bohemio y concentrado.
Y yo Yerto bajo tus pies.
El como no quererte me es irrespondible.
A la dura realidad caí, al golpe fuerte respondí, con sentimientos fracturados.
El haber confiado en mi imaginación, me puso cara a cara a la espada.
A tu espada, filosa y justiciera
Tristeza dejada, reaparece.
El hábito vuelve y me atrapa otra vez.
El ciclo se repite.
Lejano a mi como nunca antes estas.
Mas mí herida crece y mas mi imaginación también.
Una herida profunda queda.
El tratar de sanarla me propongo.
Adiós debo decir, para mi difícil es.
Espero lo comprendas, que en tu contra no dispara.
Contra el parasito del amor me he segado. Ese amor contento
A ese amor risueño.
Decido renunciar a mis sueños, a mis pensamientos.
A mis quejas y actitudes, a mis llantos.
Al delirio creado por el amor irreal.
A la fuerza de mis pensamientos.
A tus frutos prohibidos.
Decido renunciar a ti. A la quimera de tu nombre.



PD. No es mio, lo saque de por ahí...