lunes, 26 de noviembre de 2007

Another love story - Pt. 3


"¿Quieres pololiar conmigo?"


Marcelo llego a su casa en otra, claro... como olvidar aquella tarde, aquella noche... como poder olvidar los incontables besos que vinieron después del primero... como olvidar su aroma, su sonrisa, su timidez... si, por su timidez Marcelo supo que Ignacia decía la verdad... si, fue su primer beso, estaba muy nerviosa, se veía muy nerviosa, se veía muy tierna.

- Que?!... tu primer beso de amor?! - Pregunto Marcelo, no lo podía creer. Con la personalidad que tenía Ignacia, era difícil creer que nunca antes haya besado a nadie.
- Si, bueno... antes había dado besos, digo, topones... una vez, a un compañero de curso en octavo, pero después me cambie de colegio y nunca mas lo vi, lo demás, en juegos y cosas así... - Dijo Ignacia sonrojándose.
- Guau!... osea que, a mi me diste tu primer beso?... - pensó un rato Marcelo mientras Ignacia lo miraba avergonzada, y asentía con la cabeza - Que heavy!.

Marcelo se quedo sin palabras, pensó mil cosas, pensó por ejemplo, que ella nunca lo olvidará... o que quizás, todo esto... era demasiada responsabilidad para el, era su primer beso, quizás hubiera preferido haberlo sabido para preparase sicológicamente antes, la cabeza de Marcelo era un lío.
No pudo dejar de recordar su primer beso, en ese sentido, pensó Marcelo, envidiaba a Ignacia... su primer beso fue muy poco romántico...


Marcelo tenía 14 años, era verano... verano del 2002, y su primo del sur venía de visita a su casa por todo el mes de enero. Ese verano fue inolvidable, su primo tenía su misma edad, pero era igual o mas retraído y tímido que el... sólo que su primo era rubio, alto y bien parecido, mientras Marcelo era moreno, un poco bajo, y mas bien del tipo "gordito simpático".
Su primo, Alex, conoció a una amiga de Marcelo, quien supo desde el momento en que los presentó, que había onda. Como buen niño de 14 años, los molesto y molesto hasta que terminaron pololiando.
Comenzaron a salir los tres, hasta que un día, Ivette, la amiga de Marcelo, invito a una compañera de colegio, Cristina, Marcelo la vio, y se enamoro, ese amor de niño, tímido, su primer amor... Cristina era rubia, ojos verdes, y personalidad extrovertida (Marcelo ya esta convencido, de que lo suyo, eran las mujeres con personalidad), hubo onda, compartían desde los helados que tomaban, hasta los asientos de la micro, todo; siempre con la iniciativa de ella, claro. Cuando la atracción ya fue obvia, todos los amigos de Marcelo, lo molestaban y le decían que hiciera algo!, que la besara!, que no sea tonto... que se gustaban. El lo sabía, pero no podía evitar tener miedo al rechazo, siempre ha tenido miedo al rechazo, sin dejar atrás su nerviosismo, mas que mal, era su primer beso...

Fue de noche, estaban en una plaza, los dos sentados en una banca, y todos sus amigos, unos seis o siete, estaban escondidos en arbustos y arboles mirando y riendo, Marcelo que no quería que sus amigos lo molestaran, le dijo a Cristina:

- Heeeem... oye...
- Que?! - contesto Cristina pareciendo muy interesada.
- Te tinca si vamos al lado de la cancha... esta mas, obscuro. - Desde ese momento, cada vez que Marcelo recordaba esa frase, no lo podía creer... como había dicho eso?!, que vergüenza. Ahí quedaba en evidencia su niñez.
- Esta bien - Contesto tranquila Cristina, que comenzó a caminar. Marcelo la siguió, rascándose la nariz como nunca, en ese momento, pensaba que si hicieran un concurso, de quien era el niño mas tonto del mundo, de seguro perdería, por tonto.
- Heeeem... sabes, nunca antes he dado un beso... este... va a ser mi primer beso... - Dijo Marcelo tartamudeando.
- En serio?! - dijo sorprendida Cristina, lo que no ayudo mucho a Marcelo, y lo incomodo aún más.
- Si... - Respondió Marcelo rojo de vergüenza.
- Bueno, no te preocupes... - Ella se acerco lentamente a Marcelo, y lo beso...

Marcelo nunca supo como sintió Cristina aquel beso... quizás para ella fue fabuloso, o un asco, pero para Marcelo, no fue mas que una ensalada de dientes y lenguas, que deseaba terminara lo más rápido posible... fue horrible... sin embargo no dijo nada, y Cristina, a los 14 años de edad, se convirtió en su primera polola, obviamente, los besos con el tiempo mejoraron.


- Ah...?!, no le creo... sorry, primer beso?! osea la mina tiene 17 años, en estos tiempos washo... eso no se da - Le decía con aires de entendido por el teléfono a Marcelo, su amigo, su mejor amigo... Cristobal.
- Heeem, en verdad no se perrito... la dura que yo le creo, no se, por una cosa de actitud.
- La vida me ah enseñado a no meter las manos al fuego por nadie, y vo'! 'tay divinizando mucho a la mina esta... - Le decía un poco mas preocupado Cristobal - ...ten cuidao' weon, mira que después soy yo el que tiene que andar escuchando tus lamentos, no ella.
- Loco tranquilo, si la mina se ve piola, se nota que no esta jugando weon, es demasiado linda, nunca había conocido a nadie así, si la mina las hace todas... estudia, y le va bien, es cariñosa, bonita, me relajo con ella... weon, es que amo cuando voy a su casa y me espera con música, con velas, un incienso... loco me siento bakan, pienso, todo esto por mi?... onda, me lo merezco?, osea, igual la mina es deportista, y yo 'toy lejos de eso, weon! 'toy mas guatón!, la mina podría tener a quien quisiera si se lo propusiera, pero me eligió a mi... lo mejor de ella, es que es muy hermosa, y no lo sabe...
- Loco mira, siendo objetivo, naaah que ver weon!, si igual tiras pinta, además, teni' otros atributos... no pensi weas po' weon. Si la mina no te quisiera, no hubiera estado ya casi dos meses weon, webiando contigo... osea weon!, dos dedos!, dos dedos!.

Marcelo asintió al teléfono, pero no estaba del todo seguro, tenía miedo, habían sido dos meses increíbles, en los que Marcelo recibió mas amor del que se creía capaz de recibir y merecer... Ignacia hacía todo por estar con Marcelo, incluso, mas de una vez lo espero a la salida de la Universidad cuando tenía pruebas, ella salía a las 4 del colegio, y Marcelo mas o menos a las 8.30 de la tarde cuando tenía prueba... siempre le daba cartas diciéndole cuanto lo quería, y cuan importante era el para ella; le mandaba mensajes de texto, mails, regalos, miles de cosas, todos los días, que a Marcelo le parecían como estar viviendo una fantasía, incluso un día le llevo una bolsa de papel de regalo, llena de cocadas que ella había hecho esa misma tarde para el, eran muchas, Marcelo no lo podía creer cuando lo vio. Aún así, no se creía digno de recibir tanto amor, pero ya no la quería dejar ir... ya no podía.

- Le voy a pedir pololeo...
- Que?! - dijo Cristobal pegando un salto al otro lado del teléfono - Estas seguro?, digo, tu sabes, siglo XXI, amor libre, sin compromisos... realmente es necesario?...
- Mmm... se supone que deberías apoyarme...
- Si, lo se! pero ya son como tres meses que conocí a la mina, dos meses que llevan andando, y yo aún ni la conozco!... tengo que darle mi aprobación po' weon!.
- Si, tranquilo... obvio que la vas a conocer, pero aún no weon, quiero estar pololiando con ella, así no me la joteas... - dijo riendo mas relajado Marcelo.
- Ja!, que soy aweonao'...
- Si es broma weon! - dijo Marcelo a carcajadas - Ya!, la cosa es que ahora estoy concentrado en pedirle pololeo, quiero que sea especial, no se, diferente...
- Especial?, diferente?... que mamón weon, en que te has convertido... - dijo bromeando Cristobal.
- Ya po' weon en serio, me ayudaras o no?
- Obvio que si po' perrito! - dijo riendo Cristobal - pero, especial?, como eso?
- No se, onda, fuera de lo común... cachai'?
- Bueno, en verdad no te cacho, pero filo, allá tú, otro día calentamos las neuronas weon, que yo ahora me voy a bañar, porque ya van a llegar mis tíos, y va a quedar la cagá en mi casa, vo cachai' po'... cuídate weon, 'tamos hablando.
- Ok washo, nos vemos en MSN.
- Ok, chao weon, te quiero perrito.
- Chao washo!

Una semana después de esa conversación, Marcelo e Ignacia estaban en la cima del Santa Lucía, había sido un día perfecto, se juntaron temprano, comieron, fueron al cine, Marcelo recibió una carta, conversaron, se rieron, pasearon de la mano, y ahora, miraban el atardecer en la cima del Santa Lucía.

- Ignacia, heeeem, te tengo una sorpresa... mira. - Dijo Marcelo, mientras le entregaba a Ignacia un papel, Ignacia lo abrió y leyó.
- "Hoy quiero preguntarte algo, pero antes debes pasar unas cuantas pruebas, primero, cuanto me quieres" - Leyó en voz alta Ignacia - Que es esto?! - pregunto sorprendida.
- Dale, sin preguntas, responde, hay opciones, aquí tienes un lápiz. - Marcelo le entrego un lápiz, e Ignacia vio las opciones...

1.- Te gusto
2.- Me quieres
3.- Me quieres mucho!

Ignacia marcó el "3.- Me quieres mucho", sonriendo notablemente, luego leyó lo que decía mas abajo, en voz alta.

- "Ahora, debes buscar la siguiente prueba en mi bolsillo trasero derecho"
- Anda! busca en mi bolsillo! - le animo Marcelo, dándose una media vuelta. Ella busco y encontró un nuevo papel, este decía así: "Para pasar a la siguiente prueba, debes unir las dos columnas. En una, dice te quiero en muchos idiomas, y en la otra, sale la lista de idiomas, adelante!". Ignacia miro a Marcelo sorprendida, pero feliz, y leyó las dos columnas.

A. Te quiero, Nohiboka, I love you, Ich liebe Dich, Je t'aime, S' ayapo.
B. Francés, Ingles, Árabe, Griego, Español, Alemán.

Ignacia unió todas las opciones correctamente, y no pudo dejar de notar que los papelitos estaban adornados con corazones, dibujos, y palabras de animo. Luego leyó mas abajo: "Ahora tomate un descanso, y comete el chocolate que Marcelo te dará, luego abre el último papelito que está en el gorro de Marcelo, y responde la última pregunta!"
Marcelo le entrego un chocolate a Ignacia, y esta lo comió, riendo, nerviosa, alegre, podía presentir lo que venía, pero no se atrevía a pensar nada. Sin decir nada, solo sonriendo, y mirando a los ojos a Marcelo, comió el chocolate, y sin palabras, exigió el último papel, tomándolo ella misma, desde abajo del gorro de Marcelo.

Mas que un papel, la última prueba era un carta, mas bien un sobre... Ignacia lo abrió lentamente, y saco el contenido que tenía en su interior, era una foto, solo una foto, una foto de Marcelo, en blanco un negro. En ella, estaban escritas tres palabras, nada mas que tres palabras, que Ignacia al leer, no pudo evitar sonreír de alegría, Marcelo supo que ella estaba esperando este momento, las tres palabras que venían en la foto, decían así:

"¿Quieres pololiar conmigo?"



lunes, 12 de noviembre de 2007

Another love story - Pt. 2


"Si te hace tan feliz... no puede ser tan malo"


Al otro día Marcelo despertó con una idea en mente... ese día salia mas temprano de la Universidad, y llamaría a Ignacia para que se juntaran. Cundo termino la primer clase, a eso de las 10 de la mañana,decidió que era una buena hora para llamarla, ojala estuviera en recreo, no conocía los horarios de su colegio.

-Alo? - contesto tímida la voz de Ignacia al otro lado del teléfono.
-Ah! hola Ignacia, soy el Marce... oye... heeeem, que vas a hacer hoy en a tarde a eso de las 3?
-Nada, estoy libre, salgo a las 2 del Liceo.
-Ah bakan, te tinca que nos juntemos? en el mall a las 3? te invito un helado, no se, a comer, ahí vemos...
-Ok, genial - contesto entre risas nerviosas - ahí nos vemos entonces, acepto jajaja, en la boletería del metro...
-Ok, cuídate, y estudia jajaja....
-Ok, obvio, nos vemos, adiós!.
-adiós!

Esa tarde fue mágica, Marcelo espero puntualmente a Ignacia en la entrada del mall, y ella, llego con un poco de atraso, con la excusa de que había ido a su casa primero para cambiarse de ropa (le dijo a Marcelo que no quería que la viera de escolar...), pero a Marcelo le daba lo mismo, caminaron largo rato por un parque...

-y... cuéntame! - dijo Marcelo - cuéntamelo todo...!
-que quieres que te cuente? - pregunto coqueta Ignacia.
-Pues todo! quiero saber todo sobre esta chica con tanta personalidad... tu edad, que haces, que te gusta, que no, todo!
-yo?, personalidad? - dijo Ignacia riendo - Ok, lo admito, pero es que cuando quiero o me gusta algo... no lo dejo ir tan fácilmente.

Marcelo se sonrojo... miro hacia otro lado y se rasco la nariz. Es gracioso, pensó, desde pequeño notó que cuando se ponía nervioso, se rascaba la nariz... ¿estaba Ignacia poniéndolo nervioso?... no, no lo podía creer....

-Bueno, bueno... - dijo entre risas nerviosas Marcelo - cuéntame, quien es Ignacia?..
-A ver... tengo 17 años...
-Ah... eres una niña! - dijo riendo mas relajado Marcelo - cuando los cumpliste?
-El 2 de mayo...
-Ah muy bien, cuéntame mas.
-Me gusta el deporte, bailar, escuchar música, y relajarme en mi pieza sola, con una vela, un buen inciencio, y un buen tema en la radio...
-Ah muy bien, que mas?! - preguntó interesado Marcelo.
-Heeeem... he vivido toda mi vida en el norte, en La Ligua, no conozco mucho Santiago, llegue hace poco, colegio nuevo, amigos nuevos, todo nuevo!

Ambos rieron, Marcelo un poco mas nervioso, pues se percato que mi miraba a Ignacia con cara de embobado, le dio un poco de vergüenza, y rogó por que Ignacia no hubiera notado la manera en que la miraba.
había algo en ella que le provocaba a Marcelo ganas de abrazarla, cuidarla, protegerla, la veía como una niña que juega a vivir y que no conoce el mundo en su totalidad, le daban ganas de protegerla de las cosas malas del mundo, que nunca las conozca... hacerla siempre feliz.

Llegaron a unas bancas y se sentaron, conversaron de las familias, ovnis, perros, del colegio, de todo... rieron toda la tarde, Marcelo le compro un helado a Ignacia, y cada uno probo del sabor del helado del otro... nada podía salir mal.
Cuando estaba obscureciendo, ambos estaban impacientes en su interior... no querían que llegara la hora de irse, no sin antes saciar esas ocultas, pero evidentes, ganas de besarse que tenían...

-Bueno y... eso po'! - dijo Marcelo luego de un silencio de esos, en que la tensión y las ganas de besarse de ambos, eran obvias...
-Si po'... y que mas contai'? - pregunto Ignacia.
-Heeeem... HA! me han dicho que doy unos masajes increíbles! - dijo Marcelo riendo, y no pudiendo creer lo que acababa de decir...
-En serio?, háceme porfa'!? - suplico Ignacia - es que el colegio me esta matando, porfis!
-Ok.- dijo Marcelo nervioso, no lo podía creer, le tiritaban las manos - acércate...

Era la primera vez que tenían ese tipo de contacto. Marcelo e Ignacia notaron aumentar aun mas la tensión del momento. Marcelo sintió fuertes deseos de besar a Ignacia... e Ignacia, fuera de lo que hubiera pensado Marcelo, se veía muy nerviosa... Marcelo se acerco a su oído, y le hablo...

-y?... sirve? - con voz suave.
-Heeeem... si, pero... ya!, me toca a mi... yo también soy buena dando masajes... cambiemos de lugar!
-Bueno - respondió Marcelo confiado...

Marcelo se sentó en el suelo, e Ignacia, sentada en una banca, comenzó a hacerle masajes, no veían sus caras, pero a través del contacto de sus cuerpos, se hacia evidente la atracción.
Marcelo no pudo dejar de notar que los masajes de Ignacia, eran lejos, mucho mejores que los de el... estaba muy relajado... y se sentía confiado... confiado para tomar la iniciativa, pero la voz de Ignacia interrumpió sus pensamientos...

-Te puedo dar un beso? - Pregunto.
-Obvio que puedes...

Ignacia se acerco lentamente por detrás, y beso tiernamente su cuello... en ese momento, Marcelo se levanto, sin decir nada... acerco sus labios a los de Ignacia, cerro los ojos... y la beso.
Dicen que si no hay química en el primer beso, la relación no funcionaria... Este primer beso, no fue así, fue increíble... Marcelo sentía la respiración nerviosa y agitada de Ignacia, sus labios en contacto, suaves, mordiéndose, encontrándose, besándose... las manos de Marcelo recorrían la cintura y el pelo de Ignacia, impacientes, recorrían su cuello, su cara, con las ganas y el deseo de un niño que abre y disfruta de un regalo de navidad, el mejor de su vida... Las manos de Ignacia se posaban tímidas en los hombros de Marcelo, abrazándolo... no le importaba nada, la gente, los niños, los autos, nada... el tiempo se había detenido, y ya podían regresar tranquilos a casa.

Cuando hubo acabado el beso, que pareció casi eterno, Ignacia miro tímida y sonriente a Marcelo... Marcelo la abrazo fuertemente, no quería nunca alejarse de ella, quería que fuera siempre feliz, el quería siempre ser feliz, como lo había sido con ella ese día... Ella lo miró... sonrió, y dijo:

- Fue exactamente, como me imaginaba... mi primer beso de amor... Gracias.



sábado, 3 de noviembre de 2007

Another love story - Pt. 1

















"Cuando Marcelo conoció a Ignacia"

Con el corazon partido, se fue, se alejo de ese lugar que tantos momentos felices le había brindado, de aquel lugar donde amó con una pasión hasta ahora desconocida para el... de ese lugar donde soñó, vibro, y recibió mas amor de que se creía digno de recibir...
Marcelo caminó alejándose poco a poco de la pequeña casa que dejaba atrás, sin dar la vuelta... temía que alguien mirándolo por la ventana viera sus lagrimas caer, débiles, dolorosas, y llenas de pena e impotencia por no entender el motivo de tanto sufrimiento. habían sido los días mas felices de su vida... nunca se había dejado amar de esa forma, siempre tuvo miedo de ser victima del juego cruel que mas de una vez el amor puso en su camino... nunca lo habían amado de esa forma. Marcelo había construido un camino con muchos senderos, todos lo llevaban a la felicidad, de la mano de la persona que amaba, que lo hacia feliz, de la persona que a el lo amaba, y a quien el hacía feliz... o al menos eso creía el hasta hace unas semanas, ahora, todos sus planes eran nada...
La relación había sido siempre diferente, Marcelo tenia 20 años, era un chico tímido, aunque no lo demostraba... sentimental, y de vez en cuando lloraba con una que otra película...
Ignacia era una chica de esas que no encuentras fácilmente por la vida; tenia 18 años, tenia metas, amaba la vida y a su familia, y siempre veía la mitad del vaso lleno; no fumaba, tomaba solo cuando la ocasión lo a meritaba, y nunca se excedía, era amable, educada, correcta y una muy buena persona.
Sus vidas se cruzaron por casualidad, se conocieron mientras Ignacia esperaba a una amiga en el casino de una Universidad, la cual ya parecía que no llegaría, Marcelo la vio, no pudo evitar acercarse...

-Hola...!
-Hola - respondió sin ánimos Ignacia
-¿Me puedo sentar?
-Claro, adelante... ya me voy.
-¿Esperas a alguien?, a lo mejor te puedo ayudar...
-No, no te preocupes... creo que ya no llego...
-Déjame invitarte un helado... mientras esperamos a tu cita, yo estudio aquí, y tengo que hacer tiempo, tengo una ventana, tu sabes...
-Esta bien...- respondió Ignacia, a quien no dejo de llamarle la atención Marcelo, de todas formas, le pareció un chico interesante- ... en todo caso, no es una cita, solo esperaba una amiga para entregarle unos cuadernos...
-Estudias aquí también?
-No... - respondió Ignacia - ...es que ayer fue a mi casa, y se le quedaron allá...
-Ah Ok, espérame, voy por los helados...

Esa tarde hablaron como si se conocieran toda la vida, a Ignacia le encanto la sinceridad de Marcelo, no demostraba ser nada mas de lo que era, no aparentaba, era justo el tipo de personas que la hacían sentir normal. A Marcelo, le gusto su personalidad, atrevida, casi infantil, le gusto su modo de ver las cosas, siempre bien, cosa que el no compartía en todos los casos. Esa tarde Ignacia sintió una fuerte atracción por Marcelo, quien la vio solo como una persona agradable a quien conoció un abril cualquiera... ella lo notó, y decidió jugársela. No dejaría pasar esta jugada del destino así como así, si algo los había cruzado, nada los debía separar.
Los siguientes días, semanas, meses, Marcelo recibía mails de Ignacia, invitándolo a salir, diciéndole que era ingrato, y cosas por el estilo. Marcelo, no tenia mas opción que asombrarse por la personalidad de esta chica... es que para que una chica invite a un chico a salir, realmente le debe gustar. Marcelo recibía poemas, palabras bonitas, y cartas de pseudo-declaración de una Ignacia que parecía no saber muy bien que hacia, de una que es mas bien una niña... que lucha por lo que quiere, y no siente vergüenza por lo que siente.
Un día Marcelo se conecto a MSN, e Ignacia le hablo...

-Hola Marcelo!
-Hola Ignacia, como estas?
-Muy bien, pues aquí, descansando después de un agotador día de colegio...
-Ah muy bien, jajaja, pues yo vendo de algo parecido, pero en la U...
-Si entiendo, Marcelo, quería decirte algo...
-Si claro, dígame...
-Pues, quiero que no te asustes con tanto mail, mensaje de texto, y cosas por el estilo que te mando, en verdad, te quiero mucho si, pero como amigo nada mas, ok? lo digo pues, para que no te asuste...
-Ok Ignacia, no hay problema, pero no tenias porque explicarme, la verdad no me molesta... - dijo Marcelo agregando un emoticono sonriente.
-Ok, igual disculpa, no tienes porque aguantas a esta cabra chica...
-No nada que ver... me agradas.
-Perdón Marcelo, me tengo que ir yendo ya, disculpa
-Ok, no te preocupes...
-Ok, nos vemos, espero, un abrazo! adiós!
-adiós.

Cinco minutos después, Marcelo recibió un mail de Ignacia, abrió su bandeja de entrada y leyó...primero lo dejo helado, le produjo una sonrisa luego, y se enterneció con las palabras de Ignacia...

Marcelo:

Estas ahí, conectado… me da cosa hablarte, que tonta. Todo me cuesta, la verdad, te mentí cuando te dije que te quería solo como amigo, solo trataba de no alejarte.
Pensé que mintiéndome lograría ser alguien, y dejar de ser un faro, que ilumina fuerte para poder ser visto.
Hacerte creer que siempre esta todo bien y cosas así, cuando en verdad deseaba verte, estar contigo, conocerte, si conocerte, que ganas de conocerte.
Siempre te veo distante, con una alegría tal vez disimulada hacia mi, no se, tal vez este equivocada.
Y es así como necesito contarte que lo que siento por ti es raro… es amargo y dulce, pero ni siquiera eso se queda en la boca.
Yo para ti debo ser una cabra chica, que se hizo ilusiones sola, sólo ese contacto del MSN que te habla cosas sin sentido, cosas que se que no te llegarán.
Mira se que esto debe ser muy fome y latero… tu tienes una vida, y no creo que dejes entrar tan simplemente a una pendeja así nada mas.
Quiero darte las gracias por hacerme sentir estas cosas... se que quizás lo que siento no sera correspondido, pero nunca había sentido esto, y te doy gracias a ti por hacerme sentir ese calorcito especial cada vez que tengo una noticia de ti...
Espero que con este mail no te sientas mal, total, siempre te he dicho… esto fue desde un principio una fantasía mía, una fantasía que decidí seguir. Y pues… eso… ojala estés bien, de seguro que si lo estas. Y recuerda! Siempre sonriendo! Ahí hablamos en el MSN otro día

Nos vemos!

Ignacia.