martes, 15 de abril de 2008

Another love story - Pt. 6


"Lo que no nos mata, nos hace mas fuertes..."


Marcelo no sabía que hacer, o como reaccionar, estaba confundido, mas confundido que nunca... Jamás pensó que una persona a la que amaba con tanta pasión podía ser capaz de hacerle tanto daño, no, nunca lo pensó ni le paso por la mente que Ignacia... sería capaz de algo así.
Habían pasado dos días desde el cumpleaños de Patricio, y Marcelo aún no se sentía preparado para hablar con Ignacia, quizás, no porque no podía o porque no quería saber nada mas de ella, sino por temor, a tomar la decisión equivocada... temía decidir mal, porque realmente, por mas que había pasado todo este tiempo a solas pensando en lo sucedido, no lograba entenderlo, no lograba entender las acciones de Ignacia, y se sentía engañado... traicionado, tonto... sentía que Ignacia se había burlado de el...

Cuando Marcelo ya no podía soportar más la situación solo, se decidió y llamo a su amigo Cristóbal. Aún no le había contado nada, en el fondo, Marcelo aún tenía ese sentimiento de protección hacia Ignacia, y no quería que nadie supiera lo ocurrido esa noche. Por la simple razón, de que no quería que nadie la juzgara, sin saber lo maravillosa que había sido con el...
Se juntaría con Cristóbal en el parque forestal, Marcelo ya lo tenía todo en mente, conversaría un poco de otras cosas, se fumarían unos cigarros, y llegado el momento, le contaría todo a Cristóbal. Marcelo no esperaba un consejo, esperaba una opinión... la opinión de su mejor amigo. Entre ellos, tenían la regla de nunca intermediar en las decisiones del otro, pero si, eran libres de dar su opinión cuando esta sea requerida, siempre con respeto... y eso, era lo que Marcelo esperaba esa tarde de Cristóbal.

- Bueno y... eso... - Dijo Cristóbal luego de un momento de silencio, habían hablado de la fiesta, de lo bien que lo habían pasado, y de toda la gente que fue al cumpleaños de Patricio.
- Si po', bueno... y me falta otra cosa que quería contarte, que es a lo que realmente quería llegar hoy...
- Dale, soy todo oídos...
- Bueno, es algo de la Ignacia...
- Yia... - Dijo Cristóbal en tono de atención.
- El otro día en el cumple' del Pato, no se si te diste cuenta pero, como que tuvimos un problema...
- Si, de algo me di cuenta, como que después de que llegamos de comer, como que no se pescaron mucho, pero nada mas... fue eso?, por eso se enojo?...
- No, no... nada que ver, es por otra cosa, de hecho, el que esta enojado soy yo...
- Mmm..... yia... eso no lo sabía! porque?, que onda?! Que paso?! - Pregunto ya mas interesado Cristóbal, y Marcelo le contó con cuidados detalles, todo lo sucedido esa noche, y lo que había estado pensando en esos días...
- ...Y no se que hacer... - Decía Marcelo - Me ha mandado mensajes, pidiéndome perdón, diciéndome que nunca quiso hacerme daño, que nunca se lo perdonaría... que se quiere juntar conmigo para explicarme porque lo hizo, y en verdad, no se que hacer, en serio... estoy, no se, confundido, estoy mal, y por eso me quise juntar contigo hoy... para saber que pensai'... quizás me ayude un poco tu opinión... - Cristóbal se quedo mirándolo fijamente por unos segundos, que para Marcelo fueron eternos... estaba como analizando la situación, hasta que finalmente se decidió a hablar.
- No se!... - Dijo finalmente Cristóbal...
- Lo se... es difícil, yo tampoco se que hacer...
- Pero es que... no se, tu la amas cierto?...
- Obvio!, y lo sabes!...
- Pero, aún la amas?, incluso después de eso...?
- Si po'... y eso es lo que mas me caga... no quiero dejarla, pero... como te dije, me siento engañado... totalmente...
- Bueno, no se... pienso que si aún la amas, y estas confundido, quizás "sí" debas juntarte con ella, para ver que es lo que tiene que decirte... - Marcelo miraba el suelo en silencio, no decía nada. - No crees que sería lo mejor?...
- Si puede ser... ella me ha pedido todos los días que nos juntemos, y yo, bueno, tenía miedo... no se, cuando la vea... que voy a sentir, no se...
- Pero dale! atrévete...! el que no se atreve no cruza el río...! - Dijo con una sonrisa Cristóbal, tratando de levantarle el ánimo a Marcelo.
- Mmm... Claro... OK, lo haré... vale perrito, por escucharme...
- Pa' eso 'tamos los amigos po' washo... - Y se abrazaron apretadamente los dos amigos.

Esa noche, Marcelo le mando un mensaje a Ignacia: "Mañana a las 19.00 en metro Parque Bustamante"... nada más, y recibió solo un "OK" como respuesta....
Una vez acostado, su cabeza comenzó a dar vueltas y vueltas... que haría?... como debía tomar la decisión... aún no podía olvidar la conversación de aquella noche...

- Si Marcelo... - Le había dicho Ignacia. - ...eres tu quien debe perdonarme, porque yo te he mentido, te he mentido todo este tiempo, te mentí sobre quien soy, de donde vengo, y otras cosas mas, y me siento terrible... se que debí decírtelo antes, pero no pude!... solo... no pude hacerlo, discúlpame...

Marcelo se había quedado helado, sentía que el tiempo se congelaba al igual que las lágrimas que caían aún por su mejilla... Tenía frente a el a la persona que mas había amado en el mundo, diciéndole que todo había sido una mentira... y no entendía nada...

- Que...? - Dijo Marcelo escéptico... - Que quieres decir con que me has mentido, no entiendo...
- Marcelo... yo... no vengo de La Ligua... - Susurro Ignacia entre lagrimas... - nunca viví allá, siempre he sido de Santiago...
- Que?... pero, si me dijiste que habías llegado hace poco de La Ligua! y, ...y que no conocías Santiago, yo te lleve a conocer muchos lugares!... fuimos juntos!...
- Lo se!... - Respondió Ignacia con los ojos húmedos... - pero no, era mentira, yo no soy de La Ligua... tengo familiares allá, pero siempre he vivido en Santiago... - Decía Ignacia llorando, lloraba desconsoladamente...
- Y tu amigo?... Cristian!... lo conocí! converse con el! el me dijo que eras de La Ligua también!... y tu estabas ahí... - Dijo Marcelo tratando de encontrar una explicación...
- Es mi amigo... el sabe toda la verdad... le pedí que te mintiera ese día... - Respondió Ignacia mientras las lágrimas ya llegaban al final de su rostro.
- Y el colegio?... tus compañeros eran nuevos!... no los conocías!!... yo te daba consejos para que te llevaras mejor en un colegio nuevo!... era todo eso mentira también?...
- Si... - respondió Ignacia afectada... - Llevo muchos años en el mismo colegio... te mentí sobre eso también... - Hablaba Ignacia entre sollozos apenas entendibles...
- Y que mas tienes que decirme?... dímelo ahora!... - Exigió Marcelo, ya no había pena en su corazón, sino rabia... una rabia que no podía explicar...
- Mi cumpleaños... - Dijo Ignacia muy despacio... - No estoy de cumpleaños el día en que te dije... yo estoy de cumpleaños en Febrero... - Dijo Ignacia, y rompió en llanto...
- Que?!... pero!... porque?!... porque lo hiciste?! - Grito Marcelo...

Marcelo quizás sabia que eran cosas pequeñas, pero lo que mas le afectaba era sentirse engañado... había llevado a Ignacia a conocer muchos lugares, que supuestamente ella no conocía... porque claro, el pensaba que venia de La Ligua. Pero no, se acababa de enterar de que todos esos paseos a lugares nuevos, eran una farsa... se acababa de enterar de que la compasión que sentía por ella, de que quizás no se sentía cómoda en el colegio al que había llegado, era falsa... de que le había mentido, todo este tiempo, y sin tener ninguna necesidad, llevaban ya mucho tiempo que se conocían... habían andando, luego pololeado, habían vivido mil experiencias juntos, experiencias nuevas para ambos... e Ignacia, tenía ese gran secreto...

- Te acuerdas el día en que te conocí?... - Dijo Ignacia tratando de calmarse, y secando sus lagrimas...
- Si, en mi Universidad, yo me acerque a ti... - Dijo en forma seca Marcelo
- Bueno, entenderás... que no es normal que alguien desconocido se acerque a hablarte de esa manera... y... quizás como un modo de protección, te mentí sobre algunos detalles de mi vida... solo, que nunca encontré el momento correcto de decírtelo. No creas que esto no me hizo daño a mí... cada vez que me hablabas y me aconsejabas sobre la escuela, sentía un dolor tremendo en mi interior, cada vez que contabas los días para mi cumpleaños, y cuando me saludaste en la fecha falsa que te dí... me sentía terrible! - Marcelo la escuchaba en silencio... no decía nada - Cada vez que hacías referencia al lugar de donde "supuestamente" yo venía... me rompías el alma. Y sin darme cuenta, me comencé a enamorar de ti... y no quería decírtelo!, porque simplemente, no quería que este sueño se acabara, no quería que te alejaras de mi!... tenía miedo de perderte!... de que lo maravilloso que has hecho sentir, se esfumara de un momento a otro... - Decía Ignacia entrecortadamente... - perdóname...
- Pero Ignacia!... hemos estado el suficiente tiempo juntos...! podrías haberlo hecho antes de que el sentimiento me consumiera!... antes de que el sentimiento creciera!... - Dijo Marcelo ya mas afectado y triste
- Lo sé... perdóname por eso... fui una cabra chica... no supe reaccionar... - Respondió Ignacia, y agacho su cabeza en un llanto...

Marcelo se quedo de pie unos segundos junto a ella, no sabía que hacer, sentía tremendas ganas de abrazarla y decirle que todo estaba bien, pero no encontraba una justificación para lo que ella había hecho. Seco sus ojos de las amargas lagrimas que había derramado esa noche, y se alejó...

Eran las 19.05, y Marcelo iba llegando a la estación donde se juntaría con Ignacia. Iba subiendo las escaleras cuando la vio ahí esperándolo... No pudo evitar sentir ganas de correr hacia ella, abrazarla y besarla, pero también, no podía dejar de sentir rabia en su interior...
Caminaron por casi uno hora por el parque, lentamente, llegaron hasta Irarrázabal... conversaron sobre los amigos, la familia, la escuela, el clima... de todo, menos de lo que realmente debían hablar. Marcelo era quien evitaba el tema... estaba distante, tenía miedo de ser débil...

- Marcelo, ya es tarde, me tengo que ir...
- OK... - Dijo Marcelo pensativo... - entonces, dime lo que me querías decir.... - Ignacia guardo silencio por un momento...
- Creo que una disculpa no es suficiente... nunca pensé que sería capaz de algo así. Mi vida siempre ha sido piola, tranquila. Antes de ti, no había pololeado nunca, y en verdad, no soy muy exitosa en ese ámbito, todo lo contrario... y... no he podido dejar de pensar, en como fui tan tonta, para que la única vez en mi vida, que he sido realmente feliz... con alguien maravilloso. Pude arruinarlo tanto... - Marcelo estaba silencioso mirándola hablar, y no pudo dejar de notar como una lagrima comenzaba a aparecer en su rostro.... - Se que quizás no me merezco alguien como tu... soy conciente del daño que te hice... Pero "Te amo"... y solo por eso, no quiero perderte... no quiero dejarte ir... por favor Marcelo, perdóname... te juro que... nunca quise causarle daño a la única persona que realmente me ha hecho feliz...

Termino Ignacia mirando fijamente a Marcelo, tenia los ojos húmedos, y marcas de lagrimas en sus mejillas... era la mirada que le gustaba a Marcelo, esa mirada que lo envolvía, que lo invitaba a conocer el alma de Ignacia, esa mirada sincera... esa mirada que encontraba en los ojos de Ignacia, cada vez que ella le decía cuanto lo amaba, cuando lo había echado de menos, y cuan importante era el para ella. Marcelo pudo darse cuenta, que eso era lo realmente importante... ella lo amaba de verdad, y el la amaba de verdad... entonces supo lo que tenía que hacer...

- Ignacia, amor... - Esa palabra, amor, se escucho esa vez mas hermosa que nunca... - Yo no me enamore de una fecha de cumpleaños, o de un lugar de nacimiento... no me enamore de una escolar debutante en una escuela, y de un grupo de amigos... me enamore de Ignacia... la Ignacia que me robo el corazón... eres tu cierto?... - Pregunto Marcelo, a la vez que le levantaba la mirada, tomándola delicadamente por el rostro...
- Si amor, soy yo... - Respondió Ignacia, llorando de emoción...
- Entonces deja de llorar amor... porque nunca deje de amarte, y nunca te dejaré...

Marcelo tomo a Ignacia y la besó, fue un beso lento, con amor, con verdadero amor, donde nada importa más que aquellas dos personas que se aman... Marcelo limpió las lágrimas de Ignacia y la abrazo fuertemente...

- Prométeme que nunca me dejaras sola Marcelo, promételo... - Dijo Ignacia...
- Lo prometo...


jueves, 10 de abril de 2008

"Siempre, Alhelí..."


No podía imaginarme sin ella, no podía imaginar mi vida lejos de ella... sin embargo, lo que menos imaginaba, estaba sucediendo...
Nos amamos por cuatro años. Cuatro años que fueron suficientemente, para amarla mas que a mi mismo, para dar mi vida por ella si fuera necesario, para darlo todo... y dejarlo todo. Sin embargo la vida tiene formas dolorosas de enseñarnos, y de darnos la lección mas grande de nuestra vida.

Ella se llama Alhelí... la mujer de mi vida, no podría decirle mas cuanto la amaba, porque ella lo sabía, lo sabía claramente, se lo decía a cada momento, junto a un beso en la mañana, bajo la luna en las noches, abrazados en el sofá escuchando jazz, bajo la débil luz del atardecer... lo sabía, no necesitaba comprarle joyas o darle lujos, yo sabía que no había nada que la hiciera mas feliz, que hacerla mi vida, y lo era...
Alhelí tenía formas diferentes de mostrarme su amor, tocaba mi rostro y recitaba poemas a media voz durante la noche, buscaba mi boca, y la acariciaba con suavidad, estremeciendo cada uno de los músculos de mi cuerpo. Sus manos recorrían mi ser y exitaban los nervios de mi piel, recibía el calor de sus manos... y el amor en sus palabras alimentaba el amor que sentía por ella.
Teníamos 17 años ambos, eramos jóvenes... con sueños, sueños y metas que queríamos ver cumplidas juntos. Todo comenzó con una simple amistad, que inocentemente nos llevo de a poco a poco al amor... hoy tenemos 20 años, y conocerla fue lo mejor que me ha pasado en la vida, me atrevo a decirlo, porque sé que es así... Alhelí, el nombre de la flor mas hermosa que conozco, y el normbre de la mujer que amo... Alhelí... ella nunca pudo ver un Alhelí... Alhelí solo veía oscuridad... Alhelí no podía ver nada.

Hace mas o menos 3 meses que las cosas en mi hogar no habían funcionado, mis padres están sin trabajo, y mi hermano es un desastre... hemos estado viviendo en muy malas condiciones, de la caridad de los vecinos, y en mi caso, del amor de mi Alhelí... Sin embargo, hace unos 5 días atrás, mi padre recibió una importante propuesta de trabajo, que asegura el dinero suficiente para sustentar a mi familia, y pagar mis estudios universitarios... el único problema, es que implica que nos vallamos fuera del país...
No sabía que hacer, no podía dar la espalda a mi familia, sin embrago, tampoco podía alejarme de Alhelí, como le explicaría la situación, como le haría entender cuanto quería quedarme junto a ella, pero que no podía! simplemente no podía! ...que haría ahí..?! estaba ella, lo sé, pero... tenía una familia, tenía que estudiar... ella lo entendería...

- Alhelí... - le hable... y acaricie su rostro, delgado y moreno...
- Dime amor... - Hablo ella con serenidad, esa serenidad que siempre era capaz de entregarme, aún sin decir nada, aún si solo fuera un suspiro lo que saliera de entre sus labios...
- Tengo algo que decirte...
- Lo sé... - Me respondió ella inmediatamente...
- ...Como lo sabes?!
- Hace algunos días te he sentido mas cercano, tu voz esta mas nostálgica... y tus movimientos mas torpes... no creas que no te conozco lo suficiente... he sido testigo de todos tus cambios en los últimos cuatro años...
- Nadie me conoce mas que tu... cierto?... - Pregunte, seguro de la respuesta, siempre era la misma, lo sabía... y lo amaba...
- No menso, conozco cada lunar de tu cuerpo... los he sentido, y los he besado... - Esbocé una sonrisa... y ella poso su mano sobre mis labios... rió conmigo, y cuando el momento se hubo terminado, bese sus dedos delicadamente, y me detuve en sus ojos azules...
- Es algo malo... algo, que espero entiendas...
- Puedes decirme lo que quieras... haré un esfuerzo...
- Mi padre consiguió un trabajo fuera del país y... - Una lágrima silenciosa callo por mi rostro, el solo hecho de enfrentarlo me convertía en un ser débil y sensible... un suspiro... y la suave dulzura de su mano limpio la gota en mi cara...
- ...Y es lo que debes hacer. No te preocupes, lo entiendo. Acaso eso acabará con nuestro amor?
- No!... no, por favor!, y eso es lo que quiero que entiendas... aún te amo, y siempre lo haré... solo que, no puedo manejar esto... Por favor, dime que lo sabes, dime que sabes que siempre te amaré... - Dije con la voz entre cortada, y con una suave melodía de fondo que venía de la radio...
- Lo sé... siempre lo he sabido, y siempre lo sabré... - Ella me respondió...

Esa noche nos amamos como nunca, seria la última, y fue la mejor... no quería separarme de ella, no quería dejarla, la amo, y para mi es muy importante que ella lo sepa, muy importante...
Con esta experiencia aprendí... lo que realmente significa el poder del amor. Siempre escuché a personas decir que el amor, es el poder mas grande que existe, nunca lo entendí.

"El amor mueve montañas...", me dijeron una vez, no se trata de eso, por mas que ame a Alhelí, ninguna montaña se moverá y me la traerá de vuelta... el amor, es una fuerza interior, que nos mueve, y que no se detiene nunca, no importa cuan lejos estemos, no importa a quien tengamos a nuestros lados, siempre nos amaremos, en silencio, nunca se apagara esa llama, mas fuerte que cualquier otra cosa.
Todo hombre tiene un precio, la verdad tiene un precio... un secreto puede no serlo, y un amigo convertirse en un enemigo. Pero el amor, es algo que jamás podrán quitarme... podrán quitarme la esperanza, robarme un amigo, destrozar mi vida, pero el amor superará todo eso, y no se acabará.
Alhelí me enseño que no importa realmente lo que hagamos, no importa si no nos vemos en dos, tres o cinco años, porque si el amor es verdadero, no morirá nunca. No importaba si ayer no íbamos al cine, o si el mes pasado no pude ir a verla porque ella tenia que estudiar... el amor siempre estuvo ahí, los actos que nos llevan a realizar nuestras vidas, son simples consecuencias de la experiencia terrenal que llevamos día a día, son consecuencia de nuestras familias, responsabilidades, amigos y de nuestra propia conciencia, pero nunca... nunca, nada podrá acabar con el amor, porque el amor es la fuerza mas grande que existe... y no habló de mover montañas o de noquear al mejor boxeador del mundo, si no que de una transcendencia en el tiempo, en generaciones... y en el corazón.

Así me alejé de ella, con tristeza, pero tranquilo... porque la amaba, y ella me amaba con la misma intensidad, ninguno de los dos sabíamos si nos volveríamos a juntar, si el destino volvería a cruzar nuestras vidas, solo sabíamos que nuestro amor trascendería el tiempo y la distancia... porque era verdadero, solo porque era verdadero.



PD. Cuento dedicado a ti...


martes, 8 de abril de 2008

"Bienvenido 2008..."


Bueno, y una vez mas... (quizás pensarán que ya es muy tarde para darme cuenta pero...) EMPEZÓ EL AÑO!!! xD

La evaluación veraniega... lo pase super, este verano tuvo ese saborcillo especial que no había tenido ningún otro, pues obvio!, Linares no me llego solo con mi familia, sino con amigos y con gente especial, que lo hizo diferente... estuvo cool. Hasta con reality show y todo, la cabaña y weas... xD
Sin embargo, hubieron cosas que no cambiaron, como "Lista de cosas que no pueden faltar en mi verano"... veamos mas o menos de lo que estoy hablando...

1.- Linares: Obvio, Linares xD año tras año, el mismo lugar... =D Supongo que ya me estoy acostumbrando...
2.- Su Libro loco: Ya se ha vuelto una tradición, leerse al menos un libro en el verano, y este no fue la excepción.
3.- La quemadita de espalda: Infaltable! el dolor de espalda después de una tarde de sol, no se puede dormir, tenis que estar dándote vuelta, una mierda!
4.- Carrete: No faltaba mas!... como olvidar a los mafiosos y los policías!
5.- El típico bloqueador en la mochila, ese que nunca uso... que se que esta ahí, pero que nunca uso, ese que me pone mi mamá y me dice, "ponte bloqueador...!", pero no la pesco nunca... xD
6.- La tapadita piola al entrar al agua, obvio, uno siempre tiene su técnica, sacarse la polera a ultima hora, y meterse rápido al agua, y no asomarse mas afuera hasta que me voy a salir... y apenas me salgo, taparme al toque con la toalla!, y pose bien pensada así, medio doblado pa' esconder la wata xD
7.- El baño... debo admitirlo, cada verano cuando no me puedo aguantar mas, hago pipí en el río...! xD

Y luego del verano, la Universidad!... y las típicas metas que me pongo a principio de año... y que nunca cumplo...aquí van algunas...

1.- Este semestre si que voy a estudiar...xD
2.- Este semestre voy a ir a todas las clases, y si falto a alguna, me consigo el cuaderno y lo fotocopio...
3.- Este año, voy a tener mis cuadernos ordenados...
4,. Este semestre voy a bajarme todas las clases antes de la web, para llegar preparado a la clase... xD
5.- Este semestre, voy a estudiar para las pruebas con anticipación...
6.- Este año si que me pongo las pilas!...
7.- Siento que este año me va a ir bien!...

Bueno pero obvio... predica predica y nunca practica, me lleva al fracaso!... obvio, no hay nada peor que tener un fracaso bien merecido, sabes que quizás, si hubieras estudiado un poco mas, desde un poco antes!, te hubiera ido la raja... pero pico, that's the life!... and it goes on...

"Se cuenta que un turista norteamericano fue a Oriente con la finalidad de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.
Y el sabio rápidamente respondió con otra pregunta:
-¿Y dónde están los suyos?
- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
- Yo también, concluyó el sabio. La vida en la tierra es solamente temporal, sin embargo algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices. El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables."

FIN!


domingo, 6 de abril de 2008

Another love story - Pt. 5


"Después el sol, viene la tormenta..."

Y tal como decía la canción de Arjona: "Tuve sexo mil veces, pero nunca hice el amor...". Pero claro, Marcelo no había tenido sexo tantas veces. Aún así, lejos... la experiencia que había vivido con Ignacia, había superado los límites que Marcelo conocía. Aquella noche dejaría huellas para siempre en su memoria.
Marcelo sabía, desde mucho antes, que Ignacia nunca había tenido relaciones con nadie. Sin embargo, esta vez, no se sentía tan culpable por ser el "primero", ni bajo cierta presión de responsabilidad... No se sentía mal de haberle "robado", eso tan preciado que cuidan las mujeres... La razón?... simple... todo lo que Marcelo hizo esa noche, lo hizo entregando su ser completamente. Fue la entrega de amor, mas grande que jamás había experimentado. Y la experiencia mas romántica de su vida. Como podría sentir algo malo, alguien que había hecho todo desde el corazón...?
Ahora mas que nunca, Marcelo sentía que Ignacia y el, debían estar juntos. Ella era la mujer perfecta para el, y según Ignacia le decía a Marcelo, el la hacía mas feliz que nadie.

- Gracias... - Le dijo Ignacia a Marcelo.
- Gracias por que?... gracias a ti amor...
- No, gracias a ti... - dijo Ignacia mirando directo a sus ojos... - Gracias a ti por darme esta felicidad que nunca había experimentado...

Marcelo tomo a Ignacia por el rostro, y la beso dulcemente. Sus labios ahora sabían diferente, era el sabor del amor... un sabor dulce y envolvente, que hacia estremecer el cuerpo de Marcelo con solo tocarlos.
Estaban los dos, acostados aún en la cama de Ignacia, Marcelo observaba a Ignacia bajo la tenue luz de la luna, su figura delgada se veía exaltada por la suave iluminación de la noche, y su largo pelo castaño claro brillaba sobre su dorada piel. Estaban los dos, abrazados, y mirando el cielo desde la ventana de Ignacia... era una fría noche de Septiembre, al menos afuera de esa habitación... una noche como ninguna otra.

- Ves la luna? - dijo rompiendo el silencio Ignacia...
- Si, esta preciosa... - dijo Marcelo desde el corazón... en ese momento mas que nunca, Marcelo sentía que Ignacia era de el, solo de el...
- Siempre cuando quiero pensar, o me siento sola, o simplemente salgo a caminar en las noches, miro la luna... siempre esta ahí conmigo... - le dijo Ignacia mirándolo fijamente con sus ojos negros, que hoy tenían una profundidad especial, que lo invitaba a internarse en ellos... - Quiero que... cada vez que mires la luna, pienses en mi. Cada noche cuando no estemos juntos, sal y mira la luna... y sabrás que yo estaré acompañándote, siempre, igual que la luna...

Marcelo se fundió en un abrazo cálido junto a su amante, se besaron ...se durmieron... Fue la noche mas mágica que había vivido Marcelo, y toda esa felicidad se la debía a Ignacia.

Así pasaron los días... y el amor de Marcelo iba creciendo de una manera que ya ni el mismo controlaba. Sin darse cuenta Ignacia comenzó a entrar en su vida, y a hacerse parte fundamental de ella. Marcelo no necesitaba pensar en el futuro, ni en sus planes, ni en lo que quería hacer con su vida. Lo único que quería hacer era estar con ella... podría haber dejado la universidad y entrar a trabajar en cualquier momento si ella se lo pedía, darle lo que ella quisiera, y hacerla feliz... Solo le importaba disfrutar a concho cada momento junto a ella, disfrutar sus días felices, y esperar que el futuro le regale muchos años de su vida junto a esa mujer, que le estaba enseñando a amar, y a ser amado...

Luego de aquella noche, la relación mejoro considerablemente... Ambos ahora se tenían mas confianza, nada les producía vergüenza o pudor, ni siquiera sus cuerpos desnudos. Marcelo estaba conociendo otra faceta del amor que no conocía, otra forma de entregarse completamente a la persona que amaba, e Ignacia estaba viviendo lo mismo. Parecían niños, estaba felices, de entregar y de recibir tanto amor, no había morbosidad en sus actos ni en sus pensamientos, todo era puro, tan puro que parecía el cielo... Eran dos niños descubriendo un entero mundo nuevo, que los llenaba de felicidad.
Disfrutaban cada momento, salían a bailar, a comer, al cine, a carretear con amigos, todo estaba bien... demasiado bien quizás...

Se acercaba fin de mes, y con eso se acercaba el cumpleaños de un amigo de Marcelo, iba a ser la fiesta del año, habría música, luces, y lo mas importante, cerveza gratis... Marcelo invito a Ignacia, quien ya era conocida por la mayoría de los amigos de Marcelo, y obviamente el cumpleañero, Patricio, no tendría problemas en que ella asistiera.
Se juntó todo el grupo de amigos en un metro cercano al lugar donde sería la fiesta, algunos con sus parejas (la mayoría), y otros que estaban dispuestos a lanzarse a lo que sería la mejor noche de soltero. Estaban ahí también Cristobal y Javiera, quienes eran los amigos mas cercanos que tenían Marcelo e Ignacia.
La noche llego, y todos lo pasaron muy bien, la música era buena, las luces estaban bien, y habían litros y litros de cerveza gratis en barril, que un amigo del cumpleañero había dispuesto para la ocasión. Los cuatro amigos bailaron, se rieron, se tomaron fotos, conversaron, hicieron tonterías, y se dejaron llevar por el momento, y en el caso de Marcelo y Cristobal... la cerveza. Llegadas altas horas de la noche los amigos estaban definitivamente "arriba de la pelota"... y Cristobal invito a Marcelo a comer algo en una plaza cercana, las chicas estaban en el baño, así que no se molestaron en avisarles, solo salieron, y fueron a comprar.
Lo único que había abierto a esa hora, era un local de pollos asados, así que Cristobal decidió comprar uno, "Peor es mascar lauchas..." le había dicho a Marcelo.

- Ha... que bakan perro weon... lo he pasao' la raja... - Le dijo Cristobal a Marcelo. Estaban sentados en la banca de una plaza contigua al local de la fiesta. - Se las mando el Pato weon... tome ene cerveza! - decía mientras abría y destrozaba con las manos el pollo asado recién comprado.
- Si weon, lo he pasado bien yo también, no se... me siento bakan weon, es bakan compartir estas weas con mi mina weon, y mi mejor amigo... - Respondió Marcelo mientras sacaba un trozo de pechuga, y se disponía a comer...
- Si weon yo también, como que es bakan la situación, los dos mejores amigos, los dos con minas la raja weon, los dos felices... es bakan.
- Si po', y yo no podría haber elegido mejor... bueno, si elegir sea la palabra... - un silencio en las palabras de Marcelo - La Ignacia es todo lo que yo siempre soñé weon, no es, es todo bakan! el amor, el cariño, las palabras... no se, todo!... nunca pensé que alguien se complementaria tan bien conmigo...
- Tai' bien cagao' weon... la dura... mírate la cara de pavo que poní' cuando hablai' de la Ignacia...
- No weon, pero es que en serio...
- Si perro!, si no lo digo en mala onda... a mi de verdad me alegra esa wea weon, porque tu te lo merecí'... la mina, en serio así, objetivamente, es la raja... y se nota que te hace bien... así que mientras no le haga nada malo a mi perro, too' pasando con la Nacha... - Termino la frase Cristobal en una carcajada...
- Vale perro, la dura, no podría estar mejor... tengo a la mejor polola, y al mejor amigo weon, te pasaste...
- Obvio perro, si ute' sabe que yo siempre voy a estar aquí para ute po'...

Los dos amigos se abrazaron, se dieron un apretado abrazo, y un apretón de manos... luego siguieron conversando sobre planes a futuro... y comiendo su snack nocturno.
No se dieron cuenta cuando de pronto ya había pasado media hora desde que habían salido de la fiesta. Decidieron que era mejor volver, y seguir festejando. A pesar de haber comido, Marcelo aun se sentía mareado, de hecho al ponerse de pie, sintió que se tambaleo' un poco, pero se enderezó rápidamente, obvio, "tengo que pasar piola..." pensó.
Una vez adentro de la fiesta, lo primero que vio, fue una imagen de Patricio, el cumpleañero acercándose rápidamente a el...

- Weon donde te habíai' metido?! - le pregunto con una cara de preocupación a Marcelo.
- 'Taba con el Cristobal afuera comiendo, porque?! - pregunto Marcelo preocupado al ver la expresión de Patricio.
- Weon la Ignacia te ha buscado por todos lados! 'ta desespera' weon!, súper preocupa, tu ni le avisai' que vai' a salir po'!
- La dura?!
- Si po' weon!
- Vale gracias.... - Dijo Marcelo, y se acerco a su amigo Cristobal, quien se acababa de encontrar con Javiera...
- Javiera, has visto a la Ignacia? - Interrogó a Javiera.
- Si, 'taba super preocupada por ti, no sabía donde estabas, yo le dije que se relajara, pero no, fue imposible!...
- Y donde esta ahora?!
- Parece que esta afuera esperándote...

Marcelo no dijo nada, y salió del local... ahí estaba Ignacia, sentada en una silla junto a la puerta, agachada con las manos en la cabeza. Marcelo se acerco lentamente...

- Amor... que pasó?, me dijeron que me estabas buscando... - Dijo suavemente Marcelo, pero preocupado y nervioso hasta el alma...
- Andate!
- Amor pero que le pasa?, si yo salí con el Cristobal a comer aquí a la vuelta!, discúlpeme por no avisarle... - Dijo suplicante Marcelo, sentía que estaba a punto de explotar, todo había sucedido muy rápidamente, y la impresión mas el alcohol lo tenían al borde del colapso.
- Andate dije!, como se te ocurre venir ahora como si nada?!, no me dices donde vas, con quien vas, y yo me quedo aquí como tonta preocupada por ti!
- Pero amor, discúlpeme! en serio, debí avisarle perdón! - decía suplicante entre sollozos Marcelo, nunca había visto a Ignacia tan enojada, y la situación lo tenia evidentemente afectado.
- Obvio que debiste avisarme!, yo preguntándole a todo el mundo donde estabas, y nadie sabía nada! ni siquiera la Javiera!, de verdad debiste pensarlo antes! no sabes como estaba de preocupada, ahora andate! no quiero estar contigo! Andate! déjame sola!... - Dijo cortante Javiera, sus palabras fueron duras y golpearon a Marcelo como un martillo... Marcelo se sintió mal, horrible! debía haberle avisado, lo sabía, pero la noche, todo, estaba tan bien... nunca pensó que un error tan pequeño causaría tales consecuencias... De pronto Marcelo sintió que no podía mas, estaba a punto de caer en llanto, se sentía mal, por lo que había hecho, por la manera en que Ignacia le habló... y todo lo que había tomado en la noche, no ayudaba en nada mas, sino que en aumentar su pena... Hasta que no aguantó mas, y callo de rodillas llorando en las piernas de Ignacia, que aún permanecía sentada...
- Discúlpame amor! - Decía llorando Marcelo - ...discúlpame! debí avisarte lo sé! discúlpame por ser tan mal pololo!, tu te mereces alguien mejor, alguien que te haga feliz, que no te de preocupaciones!, discúlpame amor!... - Lloraba Marcelo claramente afectado, la respiración entrecortada interfería con el entendimiento de sus palabras, y el sabor salado de sus lágrimas ya llegaba hasta su boca... - Disculparme amor, en serio, yo no quería preocuparla, te juro que voy a cambiar!, te lo juro!, tu te mereces alguien mejor que yo... perdóname amor...
Ignacia de pronto parecía estar en shock, claramente esta no era la clase de reacción que había esperado, sus ojos quedaron en blanco, y tomando en sus manos el rostro de Marcelo llorando y suplicando... no pudo aguantar mas, y rompió en llanto de igual forma, pero sus motivos... eran mucho mas diferentes.
- Marcelo... Marcelo!, Marcelo para porfa', no llores mas, porfa', por favor!... - Pero Marcelo estaba mal, apenas la escuchaba, e Ignacia cada vez lloraba mas y mas fuerte... - Amor, para en serio, usted es un buen pololo, discúlpeme, no quise que se sintiera así... perdóneme! discúlpeme amor discúlpeme!... - Marcelo comenzó a calmar su llanto, sin embargo aun lloraba en las piernas de Ignacia, mientras el llanto de Ignacia aumentaba y aumentaba cada vez mas... Marcelo comenzó a notar la situación, y trato de contener sus lagrimas...
- Amor...? porque esta llorando?... no llore amor, le prometo que nunca mas volveré a hacer algo así... - Le dijo Marcelo a Ignacia... acariciándole el rostro, pero ella alejo su rostro de la caricia de Marcelo, y bajo la mirada, mientras seguía llorando... - Amor que le pasa? no llore mas...
- No amor, escúchame... - Le dijo Ignacia a Marcelo... - Usted es el mejor pololo del mundo, la que es mala polola, soy yo...
- Que?, pero de que esta hablando amor - Marcelo no entendía nada, ya estaba mas tranquilo, pero Ignacia no dejaba de llorar... - Porque me dice que usted es mala polola?...
- Si Marcelo, eres tu quien debe perdonarme, porque yo te he mentido, te he mentido todo este tiempo, te mentí sobre quien soy, de donde vengo, y otras cosas mas, y me siento terrible... se que debí decírtelo antes, pero no pude!... solo... no pude hacerlo, discúlpame...

Marcelo no entendía nada, su llanto ceso bruscamente, y su pena y angustia, se convirtió en un sentimiento demasiado incomodo, "fue como un balde de agua helada sobre su espalda", por primera vez en su vida, Marcelo sabía exactamente, lo que esa frase realmente significaba...


miércoles, 2 de abril de 2008

Another love story - Pt. 4

"No todo lo que brilla es oro..."

El pololeo llevaba meses, Marcelo encontraba en Ignacia cada día una razón para quererla mas, y ella cada dia le daba motivos para que el la quisiera más aún. Los dias se transformaron en semanas, las semanas en meses, y los "te quiero", querian timidamente convertirse en algo mas grande... Algo que no se atrevía aún a salir de sus labios, por miedo... por miedo a estar equivocados, o por miedo a no recibir una respuesta similar.

Cada noche Marcelo daba gracias a Dios, por lo que el creía: "eran los días mas felices de su vida". Todas las noches Marcelo recordaba aquel "si" de Ignacia, un "si" acompañado de una sonrisa repleta de felicidad, y unos ojos brillantes que esfumaron todo el nerviosismo de Marcelo, y que lo llevaron a recorrer este increíble camino juntos. Ignacia le decía a Marcelo cada vez que podía cuanto lo amaba. Le mandaba mensajes todos los días, en el colegio, en su casa, en la noche, recitándole poemas y canciones. Le decía que el era especial, único, una persona maravillosa. No podía creer como nadie lo había atrapado antes, y menos aun, como otras antes de ella, lo habían dejado escapar... Marcelo disfrutaba dejarse llevar por las palabras de Ignacia, y comenzó sin darse cuenta, a caer en las redes del amor. Se comenzó a enamorar de esta chica que hacía que todo fuera perfecto... incluso el era perfecto junto a ella... se comenzó irremediablemente a enamorar de Ignacia.
Nunca antes Marcelo había pololiado tan seriamente,. Nunca antes había pensado que el amor lo hacia feliz, o hiciera que todo alrededor estaba bien gracias a el, al contrario, el amor siempre le traía solo penas y lagrimas, esta vez era diferente.
Como casi todos los miércoles y viernes en la tarde, Marcelo iba a casa de Ignacia, y estaban juntos hasta el anochecer, escuchaban música en la pieza de Ignacia, a la luz de las velas, conversaban, reían, se besaban, dormitaban abrazados, y de vez en cuando comían algo rico que Ignacia tenia en casa. Era lo que ellos llamaban "Miércoles felices" y "Viernes felices". Marcelo se iba de esa casa feliz, sentía su pecho lleno, lleno de lo que el decía era amor, Ignacia lo llenaba, se iba saciado de cariño, y con todo el cariño que Ignacia le daba, podía aguantar hasta la próxima vez que se verían, así lo veía Marcelo.

Una tarde organizaron una salida a Fantasilandia, Marcelo había invitado a su amigo Cristobal, con su polola Javiera, para que finalmente conociera a la "mítica Ignacia", que era como Cristobal llamaba a Ignacia.
Eran las 11 de la mañana, y habían quedado de juntarse en el metro a esa hora, Marcelo esperaba al grupo, que obviamente venia atrasado, cuando vio que los tres bajaban por las escaleras del metro...

- Hola mi niña! como 'ta?! - dijo Marcelo avalanzandose primero sobre Ignacia y besándola en la boca.
- Bien y tu?, esta hace mucho rato aquí?...
- No llegue recién... - dijo Marcelo arreglándole un poco el cabello a Ignacia - Wena pelao'! - dijo luego Marcelo saludando afectuosamente a Cristobal - Hola Javiera...! - agrego finalmente saludando a Javiera, la polola de Cristobal - así que ya se conocieron los tres?! - pregunto Marcelo...
- No, nada que ver! - dijo Cristobal riendo, al percatarse de que aquella chica era Ignacia - veníamos hasta juntos en el metro, y después bajamos las escaleras juntos, pero no tenia idea que ella era la Ignacia!. Hola Ignacia, mucho gusto, Cristobal - agrego Cristobal saludando a Ignacia.
- Hola - dijo tímida Ignacia, saludando a Cristobal y a Javiera.
- Así que al fin conocemos a la famosa Ignacia - dijo riendo Javiera
- Famosa?, porque? - pregunto Ignacia...
- Haaay tu que crees ñoña - le dijo Marcelo - los tengo chatos hablándoles de ti todo el día...
- Ah muy bien - dijo Ignacia sonriendo coqueta, y abrazando a Marcelo... - Espero que hayan sido cosas buenas...

Caminaron al parque, y conversaron sobre todo lo que Marcelo le contaba a Cristobal sobre Ignacia, rieron, y pasaron una buena tarde, lo que finalmente llevo a Cristobal, a que en medio de un juego, mirara a Marcelo, y le hiciera un gesto con dedo para arriba, Ignacia había pasado la prueba de fuego, había sido aprobada por Cristobal, todo estaba bien.
Ya llegada la hora de cierre del parque, todos concordaron en que no querían irse a sus casas, Ignacia tuvo la idea de que fueran a la suya, e hicieran un carrete piola, sus padres andaban de paseo, y no había nadie, todos estaban de acuerdo, y Marcelo pensaba que todo estaba saliendo muy bien ese día.
Tomaron el metro, y se bajaron en la estación donde vivía Ignacia. Cristobal y Marcelo conversaban, y notaban alegres que Javiera e Ignacia se estaban haciendo muy buenas amigas. Fueron al supermercado, y decidieron comprar pizza para comer esa noche. Compraron un par de botellas de ron, bebidas, y se dirigieron a la casa de Ignacia...
Marcelo en ese momento se detuvo a analizar la escena: el con su mejor amigo, y las pololas de ambos comprado en el supermercado para hacer un carrete piola. Tomo a Ignacia de la mano, y penso "Podría vivir así por el resto de mis días..."

Avanzada la noche, los cuatro amigos estaban sentados alrededor de una pequeña mesa de centro, en el living de la casa de Ignacia. Se podía oler aun el olor a queso quemado (culpa de Marcelo quien quiso demostrar cuanto sabía de cocina), y sobre la mesa se veían cuatro platos sucios, y cuatro vasos recién llenos con lo que era mas o menos el tercer trago de la noche.
Marcelo estaba feliz, no podía estarlo mas. Conversaban sobre temas en común, cada uno abrazado de su pareja. De vez en cuando en la radio se escuchaba un tema que les gustaba, y se paraban en grupos de a 2 o 3, a bailar.
Mientras conversaban distraídamente, Marcelo escucho una canción a la que no pudo ignorar en ese momento. Era un tema romántico del grupo mexicano "Cafe Tacuba". Tomo a Ignacia de una mano, la rodeo por la cintura, y comenzaron a bailar... fue el momento mas romántico que habían vivido juntos. El ambiente era perfecto, la música era excelente, y Marcelo no podía pedir una mejor compañía que la de Ignacia.
Los segundos pasaban suaves al son de la música, y Marcelo le cantaba a Ignacia al oído...

"Soy el que quererte quiere como nadie soy,
el que te llevaría el sustento día a día, día a día,
el que por ti daría la vida, ese soy."

Marcelo se sentía como volando, podía ser la noche, el cansancio del día, el alcohol, o simplemente Ignacia, Ignacia lo hacia volar, su piel, sus manos, sus ojos, esos ojos negros que lo envolvían en un sentimiento tan grande, que Marcelo aveces sentía que se ahogaba de tanto amor.
Una vez terminado el tema, Ignacia tomo a Marcelo por el rostro, y lo beso tiernamente en los labios. Acto seguido, lo miro a los ojos y le dijo "Te amo". No era el primer "te amo" que Marcelo recibía de Ignacia, aún así, el no se sentía listo para responderle de la misma forma. Sin embargo, ese día, esa noche, Marcelo había formado un sentimiento solido, puro, y que lo convencía de que esto podía ser para siempre, quizás esas palabras que tantas veces había reprimido en sus labios por miedo a equivocarse, ahora tímidamente tomaban fuerza, y querían definitivamente salir.

Una hora después de ese momento, Marcelo e Ignacia estaban cansados. Cristobal y Javiera se veían peor, así que decidieron que era el momento de acostarse.
Ignacia dispuso de la pieza de su hermano mayor, para que Cristobal y Javiera durmieran en ella. Marcelo dormiría con Ignacia, en la pieza de Ignacia. En ningún momento Marcelo dejo de sentir la tensión del momento. Nunca habían dormido juntos una noche entera, en todo el tiempo que llevaban pololiando, Marcelo siempre evitaba la situación, no quería que Ignacia se sintiera incomoda, solo quería que ella estuviera bien, pero ahora era ella, la que quería que Marcelo estuviera bien.

Marcelo se acostó primero, en esa pieza que conocía muy bien, muchas tardes y momentos felices había vivido ahí. Estaba rodeado por tenues luces de vela, que hacían que la habitación tomara cierto vaivén, que hacía a Marcelo sentirse como si estuviera en una cuna. A la distancia, Marcelo podía oír la ducha... oía el agua caer, furiosa sobre el suelo, y sobre el cuerpo de Ignacia. Así Marcelo cerro sus ojos, dejo volar su mente, y se durmió... levemente se durmió.

El sintió unos labios sobre los propios, y abrió lo ojos. Ahí estaba ella, sonriendo, mirándolo, entre niña y mujer... sin decir una sola palabra. Comenzó a besarle, y sus cuerpos comenzaron a juntarse. El podía sentir cada centímetro de piel de su amante junto a si mismo, cada centímetro le brindaba un calor especial, una paz, que recorría su cuerpo desde la punta de sus pies, hasta su cabeza, liberándose en besos arrebatados de su conciencia por la pasión y el deseo. El deseo de ambos de amarse, de ser del otro, de entregarse y de recibir lo mas hermoso que han tenido alguna vez, amor. Lentamente sus manos comenzaron a recorrer el cuerpo de la persona que amaba, tocando con dulzura cada parte de su ser, saboreando la suavidad de su piel, llevándola a sentir un éxtasis de lujuria con cada roce. El podía sentir su aroma, el aroma de su pelo, de sus labios, de sus pechos, de su vientre, de su cuerpo... un aroma que lo trasportaba a lugares lejanos en el cielo, los cuales nunca había visitado. Poco a poco comenzaron a despojarse de sus ropas, las prendas caían una a una sobre el suelo, y dejaban sus cuerpos desnudos al descubierto. Piel contra piel, el deseo, la pasión, la lujuria, aumentaron mas aún... los besos eran grandes bocados que se alimentaban del alma, los brazos rodeaban y tocaban el cuerpo del otro, y la mente estaba ya en latitudes recién descubiertas... El pregunto, "Estas segura"?... Una sonrisa le respondió, una mirada penetrante que le llego al alma, y lo hizo sentir seguro...

Cuando mas tarde, Marcelo se percató de la situación, de que estaba desnudo, acostado, junto a Ignacia, mirándolo a los ojos, con una expresión de felicidad completa, se dio cuenta de que todo había sido realidad, nada había sido un sueño... fue tan maravilloso, que Marcelo creía estar soñando, pero aún mas maravilloso fue darse cuenta, de que todo era realidad...
Bajo la mirada, y con los ojos fijos en los de Ignacia, la beso, acaricio su suave piel, y le dijo suavemente, pero con un tono firme y seguro...

"Te amo..."