domingo, 6 de abril de 2008

Another love story - Pt. 5


"Después el sol, viene la tormenta..."

Y tal como decía la canción de Arjona: "Tuve sexo mil veces, pero nunca hice el amor...". Pero claro, Marcelo no había tenido sexo tantas veces. Aún así, lejos... la experiencia que había vivido con Ignacia, había superado los límites que Marcelo conocía. Aquella noche dejaría huellas para siempre en su memoria.
Marcelo sabía, desde mucho antes, que Ignacia nunca había tenido relaciones con nadie. Sin embargo, esta vez, no se sentía tan culpable por ser el "primero", ni bajo cierta presión de responsabilidad... No se sentía mal de haberle "robado", eso tan preciado que cuidan las mujeres... La razón?... simple... todo lo que Marcelo hizo esa noche, lo hizo entregando su ser completamente. Fue la entrega de amor, mas grande que jamás había experimentado. Y la experiencia mas romántica de su vida. Como podría sentir algo malo, alguien que había hecho todo desde el corazón...?
Ahora mas que nunca, Marcelo sentía que Ignacia y el, debían estar juntos. Ella era la mujer perfecta para el, y según Ignacia le decía a Marcelo, el la hacía mas feliz que nadie.

- Gracias... - Le dijo Ignacia a Marcelo.
- Gracias por que?... gracias a ti amor...
- No, gracias a ti... - dijo Ignacia mirando directo a sus ojos... - Gracias a ti por darme esta felicidad que nunca había experimentado...

Marcelo tomo a Ignacia por el rostro, y la beso dulcemente. Sus labios ahora sabían diferente, era el sabor del amor... un sabor dulce y envolvente, que hacia estremecer el cuerpo de Marcelo con solo tocarlos.
Estaban los dos, acostados aún en la cama de Ignacia, Marcelo observaba a Ignacia bajo la tenue luz de la luna, su figura delgada se veía exaltada por la suave iluminación de la noche, y su largo pelo castaño claro brillaba sobre su dorada piel. Estaban los dos, abrazados, y mirando el cielo desde la ventana de Ignacia... era una fría noche de Septiembre, al menos afuera de esa habitación... una noche como ninguna otra.

- Ves la luna? - dijo rompiendo el silencio Ignacia...
- Si, esta preciosa... - dijo Marcelo desde el corazón... en ese momento mas que nunca, Marcelo sentía que Ignacia era de el, solo de el...
- Siempre cuando quiero pensar, o me siento sola, o simplemente salgo a caminar en las noches, miro la luna... siempre esta ahí conmigo... - le dijo Ignacia mirándolo fijamente con sus ojos negros, que hoy tenían una profundidad especial, que lo invitaba a internarse en ellos... - Quiero que... cada vez que mires la luna, pienses en mi. Cada noche cuando no estemos juntos, sal y mira la luna... y sabrás que yo estaré acompañándote, siempre, igual que la luna...

Marcelo se fundió en un abrazo cálido junto a su amante, se besaron ...se durmieron... Fue la noche mas mágica que había vivido Marcelo, y toda esa felicidad se la debía a Ignacia.

Así pasaron los días... y el amor de Marcelo iba creciendo de una manera que ya ni el mismo controlaba. Sin darse cuenta Ignacia comenzó a entrar en su vida, y a hacerse parte fundamental de ella. Marcelo no necesitaba pensar en el futuro, ni en sus planes, ni en lo que quería hacer con su vida. Lo único que quería hacer era estar con ella... podría haber dejado la universidad y entrar a trabajar en cualquier momento si ella se lo pedía, darle lo que ella quisiera, y hacerla feliz... Solo le importaba disfrutar a concho cada momento junto a ella, disfrutar sus días felices, y esperar que el futuro le regale muchos años de su vida junto a esa mujer, que le estaba enseñando a amar, y a ser amado...

Luego de aquella noche, la relación mejoro considerablemente... Ambos ahora se tenían mas confianza, nada les producía vergüenza o pudor, ni siquiera sus cuerpos desnudos. Marcelo estaba conociendo otra faceta del amor que no conocía, otra forma de entregarse completamente a la persona que amaba, e Ignacia estaba viviendo lo mismo. Parecían niños, estaba felices, de entregar y de recibir tanto amor, no había morbosidad en sus actos ni en sus pensamientos, todo era puro, tan puro que parecía el cielo... Eran dos niños descubriendo un entero mundo nuevo, que los llenaba de felicidad.
Disfrutaban cada momento, salían a bailar, a comer, al cine, a carretear con amigos, todo estaba bien... demasiado bien quizás...

Se acercaba fin de mes, y con eso se acercaba el cumpleaños de un amigo de Marcelo, iba a ser la fiesta del año, habría música, luces, y lo mas importante, cerveza gratis... Marcelo invito a Ignacia, quien ya era conocida por la mayoría de los amigos de Marcelo, y obviamente el cumpleañero, Patricio, no tendría problemas en que ella asistiera.
Se juntó todo el grupo de amigos en un metro cercano al lugar donde sería la fiesta, algunos con sus parejas (la mayoría), y otros que estaban dispuestos a lanzarse a lo que sería la mejor noche de soltero. Estaban ahí también Cristobal y Javiera, quienes eran los amigos mas cercanos que tenían Marcelo e Ignacia.
La noche llego, y todos lo pasaron muy bien, la música era buena, las luces estaban bien, y habían litros y litros de cerveza gratis en barril, que un amigo del cumpleañero había dispuesto para la ocasión. Los cuatro amigos bailaron, se rieron, se tomaron fotos, conversaron, hicieron tonterías, y se dejaron llevar por el momento, y en el caso de Marcelo y Cristobal... la cerveza. Llegadas altas horas de la noche los amigos estaban definitivamente "arriba de la pelota"... y Cristobal invito a Marcelo a comer algo en una plaza cercana, las chicas estaban en el baño, así que no se molestaron en avisarles, solo salieron, y fueron a comprar.
Lo único que había abierto a esa hora, era un local de pollos asados, así que Cristobal decidió comprar uno, "Peor es mascar lauchas..." le había dicho a Marcelo.

- Ha... que bakan perro weon... lo he pasao' la raja... - Le dijo Cristobal a Marcelo. Estaban sentados en la banca de una plaza contigua al local de la fiesta. - Se las mando el Pato weon... tome ene cerveza! - decía mientras abría y destrozaba con las manos el pollo asado recién comprado.
- Si weon, lo he pasado bien yo también, no se... me siento bakan weon, es bakan compartir estas weas con mi mina weon, y mi mejor amigo... - Respondió Marcelo mientras sacaba un trozo de pechuga, y se disponía a comer...
- Si weon yo también, como que es bakan la situación, los dos mejores amigos, los dos con minas la raja weon, los dos felices... es bakan.
- Si po', y yo no podría haber elegido mejor... bueno, si elegir sea la palabra... - un silencio en las palabras de Marcelo - La Ignacia es todo lo que yo siempre soñé weon, no es, es todo bakan! el amor, el cariño, las palabras... no se, todo!... nunca pensé que alguien se complementaria tan bien conmigo...
- Tai' bien cagao' weon... la dura... mírate la cara de pavo que poní' cuando hablai' de la Ignacia...
- No weon, pero es que en serio...
- Si perro!, si no lo digo en mala onda... a mi de verdad me alegra esa wea weon, porque tu te lo merecí'... la mina, en serio así, objetivamente, es la raja... y se nota que te hace bien... así que mientras no le haga nada malo a mi perro, too' pasando con la Nacha... - Termino la frase Cristobal en una carcajada...
- Vale perro, la dura, no podría estar mejor... tengo a la mejor polola, y al mejor amigo weon, te pasaste...
- Obvio perro, si ute' sabe que yo siempre voy a estar aquí para ute po'...

Los dos amigos se abrazaron, se dieron un apretado abrazo, y un apretón de manos... luego siguieron conversando sobre planes a futuro... y comiendo su snack nocturno.
No se dieron cuenta cuando de pronto ya había pasado media hora desde que habían salido de la fiesta. Decidieron que era mejor volver, y seguir festejando. A pesar de haber comido, Marcelo aun se sentía mareado, de hecho al ponerse de pie, sintió que se tambaleo' un poco, pero se enderezó rápidamente, obvio, "tengo que pasar piola..." pensó.
Una vez adentro de la fiesta, lo primero que vio, fue una imagen de Patricio, el cumpleañero acercándose rápidamente a el...

- Weon donde te habíai' metido?! - le pregunto con una cara de preocupación a Marcelo.
- 'Taba con el Cristobal afuera comiendo, porque?! - pregunto Marcelo preocupado al ver la expresión de Patricio.
- Weon la Ignacia te ha buscado por todos lados! 'ta desespera' weon!, súper preocupa, tu ni le avisai' que vai' a salir po'!
- La dura?!
- Si po' weon!
- Vale gracias.... - Dijo Marcelo, y se acerco a su amigo Cristobal, quien se acababa de encontrar con Javiera...
- Javiera, has visto a la Ignacia? - Interrogó a Javiera.
- Si, 'taba super preocupada por ti, no sabía donde estabas, yo le dije que se relajara, pero no, fue imposible!...
- Y donde esta ahora?!
- Parece que esta afuera esperándote...

Marcelo no dijo nada, y salió del local... ahí estaba Ignacia, sentada en una silla junto a la puerta, agachada con las manos en la cabeza. Marcelo se acerco lentamente...

- Amor... que pasó?, me dijeron que me estabas buscando... - Dijo suavemente Marcelo, pero preocupado y nervioso hasta el alma...
- Andate!
- Amor pero que le pasa?, si yo salí con el Cristobal a comer aquí a la vuelta!, discúlpeme por no avisarle... - Dijo suplicante Marcelo, sentía que estaba a punto de explotar, todo había sucedido muy rápidamente, y la impresión mas el alcohol lo tenían al borde del colapso.
- Andate dije!, como se te ocurre venir ahora como si nada?!, no me dices donde vas, con quien vas, y yo me quedo aquí como tonta preocupada por ti!
- Pero amor, discúlpeme! en serio, debí avisarle perdón! - decía suplicante entre sollozos Marcelo, nunca había visto a Ignacia tan enojada, y la situación lo tenia evidentemente afectado.
- Obvio que debiste avisarme!, yo preguntándole a todo el mundo donde estabas, y nadie sabía nada! ni siquiera la Javiera!, de verdad debiste pensarlo antes! no sabes como estaba de preocupada, ahora andate! no quiero estar contigo! Andate! déjame sola!... - Dijo cortante Javiera, sus palabras fueron duras y golpearon a Marcelo como un martillo... Marcelo se sintió mal, horrible! debía haberle avisado, lo sabía, pero la noche, todo, estaba tan bien... nunca pensó que un error tan pequeño causaría tales consecuencias... De pronto Marcelo sintió que no podía mas, estaba a punto de caer en llanto, se sentía mal, por lo que había hecho, por la manera en que Ignacia le habló... y todo lo que había tomado en la noche, no ayudaba en nada mas, sino que en aumentar su pena... Hasta que no aguantó mas, y callo de rodillas llorando en las piernas de Ignacia, que aún permanecía sentada...
- Discúlpame amor! - Decía llorando Marcelo - ...discúlpame! debí avisarte lo sé! discúlpame por ser tan mal pololo!, tu te mereces alguien mejor, alguien que te haga feliz, que no te de preocupaciones!, discúlpame amor!... - Lloraba Marcelo claramente afectado, la respiración entrecortada interfería con el entendimiento de sus palabras, y el sabor salado de sus lágrimas ya llegaba hasta su boca... - Disculparme amor, en serio, yo no quería preocuparla, te juro que voy a cambiar!, te lo juro!, tu te mereces alguien mejor que yo... perdóname amor...
Ignacia de pronto parecía estar en shock, claramente esta no era la clase de reacción que había esperado, sus ojos quedaron en blanco, y tomando en sus manos el rostro de Marcelo llorando y suplicando... no pudo aguantar mas, y rompió en llanto de igual forma, pero sus motivos... eran mucho mas diferentes.
- Marcelo... Marcelo!, Marcelo para porfa', no llores mas, porfa', por favor!... - Pero Marcelo estaba mal, apenas la escuchaba, e Ignacia cada vez lloraba mas y mas fuerte... - Amor, para en serio, usted es un buen pololo, discúlpeme, no quise que se sintiera así... perdóneme! discúlpeme amor discúlpeme!... - Marcelo comenzó a calmar su llanto, sin embargo aun lloraba en las piernas de Ignacia, mientras el llanto de Ignacia aumentaba y aumentaba cada vez mas... Marcelo comenzó a notar la situación, y trato de contener sus lagrimas...
- Amor...? porque esta llorando?... no llore amor, le prometo que nunca mas volveré a hacer algo así... - Le dijo Marcelo a Ignacia... acariciándole el rostro, pero ella alejo su rostro de la caricia de Marcelo, y bajo la mirada, mientras seguía llorando... - Amor que le pasa? no llore mas...
- No amor, escúchame... - Le dijo Ignacia a Marcelo... - Usted es el mejor pololo del mundo, la que es mala polola, soy yo...
- Que?, pero de que esta hablando amor - Marcelo no entendía nada, ya estaba mas tranquilo, pero Ignacia no dejaba de llorar... - Porque me dice que usted es mala polola?...
- Si Marcelo, eres tu quien debe perdonarme, porque yo te he mentido, te he mentido todo este tiempo, te mentí sobre quien soy, de donde vengo, y otras cosas mas, y me siento terrible... se que debí decírtelo antes, pero no pude!... solo... no pude hacerlo, discúlpame...

Marcelo no entendía nada, su llanto ceso bruscamente, y su pena y angustia, se convirtió en un sentimiento demasiado incomodo, "fue como un balde de agua helada sobre su espalda", por primera vez en su vida, Marcelo sabía exactamente, lo que esa frase realmente significaba...


1 comentario:

pikalbert dijo...

pero wn !!!

no puede kedar ahi...

soy maricon wn !!

kiero saber q paso..

y kiero saberlo ya!!!!

xD