lunes, 5 de mayo de 2008

Another love story - Pt. 7


"Todas las cosas buenas, llegan a un final..."

Marcelo estaba acostado en su cama, no podía dormir, no podía cerrar los ojos, eran las 12 de la noche, y se había acostado hace media hora... Marcelo no podía dejar de pensar, no podía dejar de cuestionarse y preguntarse, preguntarse como una persona común como el, al que nunca le había pasado nada extraordinario en la vida, puede ser tan feliz...
Marcelo estaba pololeando con Ignacia. Ignacia era una joven de pelo largo, negro, y de una piel dorada que cautivaba a Marcelo. Ignacia era la mujer que le había enseñado a Marcelo lo que el merecía, lo que el era, le había enseñado a Marcelo que el podía ser feliz.

Marcelo e Ignacia hacían la pareja perfecta, así lo veía Marcelo. El se sentía enamorado, sentía que Ignacia era su razón de vivir, el motivo por el que día a día se levantaba, no importaba si ese día la viera o no, pero sabia que al siguiente lo haría, entonces vivía aquel día intensamente, para que avance rápido, y llegue luego el momento en que tendría a Ignacia entre sus brazos.
Había pasado el tiempo, y Marcelo continuaba visitando la casa de Ignacia. Cada momento juntos era mágico... Ignacia lo esperaba ansiosa, esperaba un largo rato sentada junto a la ventana del segundo piso, hasta que veía a Marcelo venir caminando a lo lejos. Corría a su habitación, y prendía velas, incienso, cerraba las ventanas, y ponía música.
Marcelo llegaba, y cada una de las veces que veía la sorpresa de Ignacia, sentía lo mismo que sintió la primera vez... se sentía privilegiado, amado, importante, se sentía el hombre mas feliz del mundo. Ignacia lo llevaba de la mano hasta su habitación, mientras se besaban y se decían te amo... una vez adentro, el mundo dejaba de existir, el tiempo se expandía y se contraía a merced de ambos. Podían pasar horas recostados mirándose a los ojos, podían pasar toda la tarde durmiendo abrazados, en silencio, solo acompañados por su respiración, hacían el amor, se besaban y se acariciaban por horas, Marcelo no podía exigirle nada, no se sentía con derecho de nada, todo lo que podía recibir, lo recibía de ella...

Sin embargo, al pasar el tiempo, Marcelo seguía sintiendo con la misma intensidad. Existe el pensamiento común, de que con el correr del tiempo, el amor va bajando la intensidad. "Las personas se acostumbran", dice la gente, Marcelo no... no podía concebir la idea de que el encantamiento que lo había hechizado disminuyera con el tiempo, cada día era una experiencia nueva, en la que el necesitaba amar, necesitaba entregarse, y necesitaba recibir amor de la otra persona. Se supone que el encantamiento del principio es limitado, y con el tiempo, si las parejas son capaces de atravesar la barrera entre el encantamiento y el enamoramiento, son capaces de seguir con el sueño, de conocerse y enamorarse de quienes realmente son, al parecer, Ignacia era demasiado ingenua para entenderlo...
Al pasar los días y las semanas, Marcelo comenzó a comprender que estaban atravesando por ese critico momento, ese momento donde el tiempo casi se detiene, y los días casi no avanzan... al menos para Marcelo todo comenzó a congelarse. Comenzó a sentir de parte de Ignacia que las cosas ya no eran las misma, no podría haberlo explicado, pero sentía que Ignacia se alejaba cada vez mas de aquella niña que alguna vez conoció, se alejaba cada vez mas de aquella niña que le enseño a amar, y que con cada beso le entregaba toneladas de amor. Sus besos comenzaron a ser mas fríos, ya no eran toneladas, eran kilos... ya no lo llenaba como antes, ya no lo sentía como antes.

Había llegado fin de año, y con ello, el cumpleaños de Cristóbal. Marcelo estaba feliz, habían organizado una celebración entre amigos en el parque intercomunal, un día sábado en la tarde, luego de eso, irían a la disco, y pasarían toda la noche correteando y celebrando. Era el día perfecto, y Marcelo estaba ansioso por que llegara, pero lamentablemente, Ignacia no iba a poder acompañarlos en el intercomunal, tenia otro compromisos con su familia, pero asistiría a la noche a la celebración en la disco. Se juntaron en el metro, y de ahí tomaron una micro hasta el intercomunal, no sin antes pasar por la botillería para comprar bebestibles, y comestibles...

- Buena perro! feliz cumpleaños washo!
- Gracias perrito, te pasaste...sabia que no me ibas a fallar... - Le dijo Cristóbal un poco desanimado....
- Pero que onda?, que pasa?!, ese animo...! - Le pregunto Marcelo mientras saludaba a Javiera con un beso que venia con el... - Hola Javiera
- No nada... - Dijo Cristóbal... - es que todos arrugaron, hasta la Ignacia!...
- Ha filo!, lo vamos a pasar de lujo igual!... pero quien mas va a venir?
- Unos compañeros de colegio, mi prima con el amigo, unos compañeros de U...
- Haa... viste, 'tai sobrao' de cariño!, no alegui’ por leseras, y partamos a la Oti!
- Hablai' puras weas... - Respondió Cristóbal riendo...

Fueron a la botillería, se abastecieron, y partieron los tres al intercomunal. Una vez allá, se sentaron en el pasto, y de a poco comenzaron a llegar los invitados de Cristóbal, su prima con un amigo (quienes no tomaban una gota de alcohol), sus compañeros de colegio, a los que Marcelo no conocía, pero sociabilizó bastante bien, compañeros de universidad que eran también amigos de Marcelo, y hasta un amigo que andaba dando vueltas por ahí por casualidad. Todas visitas esporádicas, todos se fueron temprano, venían solo por un momento, y se iban.
Ya era la hora de abandonar el parque, y solo quedaron ahí Marcelo, Cristóbal y Javiera. Los mismos del principio. Marcelo y Cristóbal estaban definitivamente arriba de la pelota, mientras Javiera, sobria (ella no bebe alcohol) estaba cuidándolos, y riéndose de las payasadas que hacían el par.
Caminaron, rieron, se besaron, jugaron y se tiraron al suelo, parecían cabros chicos antes de navidad, estaban felices!, estaban celebrado la amistad que los une, mientras Javiera reía con cada frase que soltaban. Llegaron al paradero de la micro, pero antes, decidieron comer algo en un local de la esquina. Cada uno se compro un completo, y luego se fueron.

- En verdad no se que hacer hermano... - Le decía mas tarde en la micro Marcelo a Cristóbal - De verdad siento que se esta alejando, esta ultima semana apenas me llama, ya no me manda mensajes como antes, ya no me recibe como antes... no se que onda... - Termino de hablar con la cabeza baja, claramente estaba afectado y triste por la situación...
- Puxa perro, pero conversa con ella po'... dile lo que piensas, lo que estas sintiendo, quizás estai' puro pasándote rollos...
- No, no quiero decirle nada, me da miedo, me da terror que me diga que ya no es lo mismo, que ya no me quiere!, y que me mande a la mierda... no puedo...
- Pero hermano, si estas cosas pasan...! - Le decía con animo Cristóbal - Las parejas parecen chape al principio, pero después se acostumbran y las cosas cambian!... - Decía Cristóbal mientras acariciaba la espalda de Marcelo... -Mírame a mi con la Javiera!, antes tenían que tirarnos agua fría para que nos separáramos! - Dijo riendo Cristóbal, y Marcelo esbozo una sonrisa también... - Y ahora, ya estamos bien, seguros... no estamos juntos todo el día, pero no significa que nos amemos menos... - Tomo la mano de Javiera que miraba despreocupada por la ventana y la besó...
- Si, pero no se, tengo un mal presentimiento... la dura que prefiero tenerla así, a no tenerla... Además, no entiendo eso de acostumbrarse, yo la sigo queriendo igual, y quiero recibir el mismo cariño de parte de ella, no entiendo su cambio de actitud... - Marcelo se veía triste, durante el día había olvidado todo el asunto que lo agobiaba este ultimo tiempo, pero solo le basto un minuto de tranquilidad en la micro para recordar lo que estaba pasando...
- No seai' ñoño perro... dale, conversa con ella, yo se que todo va a estar bien...
- Bueno... de todas formas no puedo arrancar de mis problemas, y es mejor ser sincero no?... - Dijo con un tono de esperanza en los ojos Marcelo...
- Así es!... así que mejor prepárate, porque Ignacia nos va a estar esperando a la bajadita de la micro, y quiero que le des tu mejor cara...! - Ambos amigos rieron, y se abrazaron...
- Gracias perro por el animo... te pasaste - Agradeció Marcelo...
- Para eso estamos mi pana...!

Cuando llegaron al lugar de encuentro y se juntaron con los amigos, Marcelo vio inmediatamente a Ignacia que lo esperaba. Se veía hermosa, estaba con unos jeans apretados, y una polera negra ajustada. Marcelo la saludos como lo hacia habitualmente, como lo había hecho siempre, sin dar rastros de su duda interior, de su dolor, de su pena...
Paso la noche, bailaron un poco, e Ignacia estaba sin ánimos, estaba distante, mas distante que nunca, Marcelo no entendía porque, pero esa noche Ignacia no era la misma de siempre. Ignacia hace un tiempo ya que estaba comportándose raro, pero esa noche fue evidente no solo para el, sino que para todos. Ignacia fue, y se sentó sola en un sillón del local, Marcelo la siguió a los pocos minutos, y se sentó a su lado.

- Que pasa amor?, porque se vino a sentar solita aquí?... - Le pregunto cariñosamente Marcelo.
- No se que me pasa... no ando con ganas de carretear... - Respondió Ignacia mirando hacia otro lado...
- Pero porque amor?, si aquí estoy yo, están nuestros amigos, estamos pasándolo bien, podemos pasarlo bien si ute quiere!...
- No... de verdad sorry, pero no ando con ganas de nada, debí haberme quedado en mi casa... - Esa última frase dejo a Marcelo paralizado, "debí haberme quedado en mi casa"... Marcelo no entendía que es lo que pasaba por la mente de Ignacia, pero estaba seguro, de que antes, ella nunca le hubiera dicho algo así, en cambio, le hubiera dicho algo como... "Estamos juntos y es lo que importa", o "Solo por estar contigo, no importa donde vallamos"... pero esa frase no la hubiera dicho nunca la Ignacia que el conocía...
- Pero amor, estamos juntos... aquí los dos... eso es lo que importa no? - Dijo Marcelo estático, mirando el suelo, no se atrevía a mirarla a los ojos, la respuesta que Ignacia diera a esa respuesta podría causar en Marcelo dos efectos, o le confirmaba lo que ha estado pensando todo este ultimo tiempo, o le devolvía la fe en el amor que se tenían.
- No se... - El alma de Marcelo vivía cada segundo, cada palabra como una eternidad, como si presintiera lo que iba a pasar, y quería disfrutar los últimos momentos, en que todo aún era una duda, una duda estúpida en la mente de un joven enamorado... - No se, en serio, no me preguntes esas cosas ahora, que toi' en otra... - Marcelo vio venir inevitablemente el momento, vio venir el momento en que sentía que debía decirle a Ignacia todo lo que pensaba, todo lo que sentía... todo lo que había estado guardando en su corazón durante todo este tiempo... sentía que había llegado la hora, de saber que era lo que estaba sucediendo.




2 comentarios:

pikalbert dijo...

historia ql larga...

no es tan mala esta parte como me dijiste wn.... y si lo fuera... no hay eskuxao eso q dicen... las septimas partes no siempre son las mejores jauJAuAjuAjAUjAuJAu

xD

ignacia ql me ta cayendo mal....


y el cristobal ¬¬ na q ver.. me kito a la javiera ¬¬



xD


veo q se aproxima el final de esta historia !!!! xD

yo voto xk se muera ignacia fus....


xD

ludo backman dijo...

jajajaajja el pikaxu quiere que se muera la ignacia jajajajaj

me dio pena esta parte de la istoroia perod e verdad me teni engaxao esta super buena de verdad me esta gustando cada dia mas
y no quiero que por nada se termine esta historia uqe parece un cuentod e verdad

en fin que raros era lo que le pasa a la ignacia aunque tengo una opinion esero el final del libro para decir que onda con eso

no adelantarme como lo izo el pika maldiciendola

se me cuida gracais por el posteo de tu blog y esero
que sigas con elk tuyo que esta quedano cada ia mas genial

xaleeeeeeeeeeeeeco
ludooy